Hola tod@s,
Como consecuencia del confinamiento, nos hemos ido haciendo más creativos, así que le he dado una vuelta a ese plato típico y tan poco querido por los jóvenes de los calabacines rellenos, y he llegado a este que me ha gustado bastante porque combina lo sano con lo sabroso, y de facilidad, digamos que media-baja. Hay 2 elaboraciones solo, pero muy sencillas. Os lo explico todo.
Ingredientes (para 2 personas):
250-300 gr de carne picada
2 calabacines grandes.
1 tomate
1 zanahoria
1/2 cebolla
1 diente de ajo
Albahaca fresca (yo no tenía y lo hice con hojas de menta).
Sal
Aceite...
Para la Bechamel:
1 cucharada de harina
1 vaso de caldo de verduras o bien leche de soja.
Sal
Nuez moscada
Y vamos allá:
Preparamos en primer lugar el relleno de carne, y para ello, rallamos la media cebolla, el tomate y la zanahoria y lo ponemos a fuego lento tapado para que se vaya haciendo. ¿por qué rallado y no partido finito? Pues porque a mí me gusta más así, pero vosotros mismo. También le puedes añadir medio pimiento verde cortado muy chiquitito pero a mí no me gusta mucho.
Ahora vamos con los calabacines. Una vez enjuagados, no los peles, sino que les quitas solo las puntas y los partes en dos. El truco: para que una vez rellenos no se te giren el el horno y esté estables, con un pelador o con el cuchillo, quita una primera capa a la espalda y así se quedará bien estable cuando lo metas en el bandeja del horno.
Una vez que las verduras está ya claras, y lo ves bien, agrega la carne picada, la albahaca (yo puse menta) y salpimenta a tu gusto.
Volvemos a los calabacines. Pones una cazuela grande con agua a hervir y metes los calabacines partidos por la mitad. Para que te queden bien sumergidos y uniformemente hervidos pon un plato sobre ellos para los empuje hacia abajo, y así desafías a Arquímedes.
Que hiervan unos 5 a 7 minutos.
Los van sacando, y con una cuchara pequeña les vacías el interior, dejando una corteza gordita, y los colocas en la fuente que vayas a introducir en el horno.
Una vez que tengas las carne lista, pues imagina que debes rellenar cuidado y esmero tus calabacines.
Y ahora, es el momento de hacer la bechamel. Aunque creo que ya lo he explicado otras veces, para dar comodidad a mis lectores aquí tenéis:
Puedes hacerlo con un poco de caldo de verduras que tengas (hierve una patata, una zanahoria y medio puerro) o bien con caldo de bote (tipo Avecrem), o bien con leche de soja, lo que más os guste.
En una sarten vierte aceite hasta rellenar el fondo de forma generosa. Cuando el aceite es caliente, agregas una cucharada sopera de harina, una cucharada peqieña de azúcar y poco de nuez moscada (no te pases que tiene un sabor muy intenso). Remueve sin parar para que la harina ligue bien, y sin grumos, con el aceite. Baja el fuego y vas añadiendo el caldo o la leche de soja poco a poco, removiendo sin parar hasta que todo quede ligado y con el nivel de viscosidad que te guste. Esto se hace en nada de tiempo.
Cuando tienes la bechamel, la viertes sobre los calabacines rellenos, al horno unos 30 minutos, y luego unos 10 minutos más con gratinado, y a comer...
Espero que os gusten!!!
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